La 'última oferta' por el langostino de Rawson y la 'incertidumbre' con la Escuela de Pesca
Como cada domingo, en esta nueva entrega de A TRES PUNTAS, realizamos un repaso por parte de los temas más resonantes de la industria pesquera patagónica.
“CUMBRE HISTÓRICA”
Empresarios de Chubut le pusieron límites a la intransigencia sindical
En un hecho sin precedentes, los propietarios, armadores y permisionarios de la flota amarilla de Rawson lograron alcanzar consensos básicos para abordar el conflicto salarial que mantienen con las tripulaciones, especialmente con el Sindicato Obrero Marítimo Unido (SOMU). El encuentro, que tuvo lugar en el Aguada Hotel de Trelew, congregó a representantes de casi todo el sector pesquero que opera en Rawson, tanto de la flota amarilla como de la pesca artesanal, y logró una postura unificada respecto a la recomposición salarial.
Uno de los puntos más importantes de la reunión, que tuvo a Fernando Álvarez Castellano (Conarpesa), Damián Santos (San Isidro) y Gustavo González (CAFACh) en lugares centrales, fue la fijación de un valor máximo de 1.200 pesos por kilo de langostino, como tope para la liquidación de salarios de las tripulaciones. Este valor consensuado entre la patronal pretende que rija durante toda la temporada provincial. La pesca artesanal, por su parte, estableció que no podrá pagar más de 1.000 pesos por kilo de langostino en concepto de producción, lo que refleja las dificultades económicas que enfrenta este sector.
El acuerdo también incluyó el rechazo a cualquier nueva actualización salarial durante la temporada, un intento por aportar previsibilidad y evitar mayores tensiones en un contexto de alta inflación y presión gremial.
Un consenso inesperado
La cumbre, que reunió a todo el espectro de la flota, desde grandes empresas hasta pequeños armadores, sorprendió por la unanimidad alcanzada. “No habrá empresas que saquen los pies del plato”, se destacó en el encuentro, subrayando que todos los actores acordaron respetar el límite salarial fijado de 1.200 pesos por kilo de langostino. Este acuerdo marca un precedente en la industria pesquera de Chubut, ya que históricamente las negociaciones salariales han sido difíciles debido a los intereses cruzados de los distintos sectores.
La intención del empresariado es clara: proteger la rentabilidad de la actividad pesquera en un contexto económico desafiante. “Esta oferta representa una mejora del 100% respecto a la temporada anterior, pero también asegura que no se quiebre la ecuación económico-financiera de la industria”, se puntualizó en el acta firmada durante la reunión.
Las demandas a Provincia y la incertidumbre de gremios
Durante la cumbre, los empresarios también acordaron elevar reclamos tanto al Gobierno nacional como al provincial. A los legisladores de Chubut se les solicitó impulsar una suspensión temporal de las retenciones a las exportaciones pesqueras en el presupuesto 2025, siguiendo el modelo de alivios fiscales aplicado a otros sectores, como el agro. Además, pidieron al gobierno de ‘Nacho'‘ Torres que no traslade a la flota el costo de la obra de dragado del Puerto de Rawson, advirtiendo que ello podría agravar aún más la situación financiera de la industria.
Sin embargo, a pesar de los avances logrados por el empresariado, los gremios marítimos rechazaron el acuerdo. En un comunicado emitido poco después de la reunión, el SOMU, junto con otros sindicatos como Patrones y Capitanes, expresaron su disconformidad con el ofrecimiento. Argumentan que aún no se han cumplido los acuerdos salariales de la temporada pasada y cuestionan la viabilidad de este nuevo techo salarial. “No podemos aceptar nuevos valores para la próxima temporada si aún no han cumplido con los valores acordados anteriormente”, manifestaron los gremios.
El rechazo sindical pone en riesgo el inicio de la próxima temporada de pesca en Chubut. Los gremios, que consideran insuficiente la oferta de 1.200 pesos, demandan que el gobierno provincial intervenga para mediar en el conflicto y garantizar que se respeten los acuerdos previos. Además, advirtieron que el recurso pesquero pertenece a la provincia y que los permisos de pesca deben ser otorgados a quienes estén dispuestos a salir a pescar, sugiriendo que podrían presionar para que se reasignen los permisos a nuevos actores si no se llega a una solución.
ESCUELA NACIONAL DE PESCA, EN PELIGRO
“No sabemos si el año que viene vamos a poder seguir estudiando”
Hoy el futuro de la Escuela Nacional de Pesca Comandante Luis Piedra Buena, ubicada en Mar del Plata, pende de un hilo. El pasado viernes 27 de septiembre, el contraalmirante Gustavo Príncipi, director general de Educación de la Armada Argentina, anunció en una reunión con directivos y docentes que el edificio podría cerrar sus puertas a fin de año. La institución, de vital importancia para la formación de futuros marinos y trabajadores de la pesca, enfrenta un futuro incierto.
Ezequiel Vicente, madrynense que cursa para Piloto de Pesca en la escuela, habló con A TRES PUNTAS y compartió su testimonio acerca de la situación. “Básicamente, lo único que les dijo -Príncipi- es que en diciembre se cierra la escuela”, relató con preocupación. La noticia generó un fuerte impacto en la comunidad educativa, ya que hasta entonces sólo eran rumores los que circulaban sobre un posible cierre o privatización.
Un anuncio sorpresivo
La noticia llegó en medio de un clima de incertidumbre. Antes del anuncio, los profesores habían recibido una encuesta por correo electrónico desde la directiva, en la que se preguntaba sobre la posibilidad de privatizar la institución. Sin embargo, nada preparó a los estudiantes y cuerpo docente para el anuncio directo del cierre. “Yo creo que le dijeron al director -Manuel Alejandro Lazarte- que no podía divulgar la información y que tenían que esperar a ver qué pasaba. Ahora estamos en una situación de incertidumbre total”, explicó el joven.
“Dijo que la escuela va a cerrar, que se garantiza la continuidad de este año calendario, pero nadie sabe qué pasará en el futuro”, aseguró por su parte Rafael Guiñazú, secretario de Extensión y uno de los oradores de la asamblea que convocaron sindicatos como SICONARA, Centro de Patrones y el SOMU, en el gimnasio de la planta baja del Club Talleres.
“No es que le entregarán la escuela a alguna otra institución pública o privada; la cierran directamente, una cosa difícil de entender”, reveló el Secretario.
Según lo que circula entre los estudiantes, uno de los posibles motivos del cierre sería la intención de la Armada de utilizar el edificio de la escuela para capacitar a submarinistas, lo que podría implicar el desplazamiento de la formación pesquera a otra localización o incluso su desaparición.
“Hay una responsabilidad institucional muy grande por parte de la Armada”, aseguró Guiñazú, sobre la intención de la fuerza de desprenderse de todas las instituciones. Es que la reestructuración podría extenderse a la Escuela Nacional de Náutica y la Fluvial.
Un legado educativo en riesgo
La Escuela Nacional de Pesca no es solo un edificio. Es una institución especializada en formar a los futuros profesionales de la pesca comercial en Argentina, un sector clave para la economía del país. Ezequiel Vicente resaltó la importancia de la infraestructura y los recursos educativos que ofrece la escuela, desde simuladores de lucha contra incendios hasta talleres especializados para el aprendizaje de artes de pesca y maquinistas. “Es una escuela muy completa. Tenemos de todo, desde talleres de soldadura hasta simuladores. Mover todo eso sería un gran desafío”, expresó.
“Exigimos que tales dichos sean notificados de manera oficial, formal y escrita en el cual queden plasmados cuál fue la motivación que llevó a tal decisión, donde se coarta nuestro derecho a la educación, derecho que es reconocido en nuestra Constitución Nacional y por la Ley de Educación Nacional”, revela parte de un escrito que estudiantes elevaron al capitán de Fragata Alejandro Lazarte.
‘Vice’, como lo llama su grupo de amigos, también destacó que la formación en la escuela no solo prepara a los estudiantes para la pesca comercial, sino que también habilita a muchos para trabajar en otros tipos de embarcaciones y sectores relacionados con la navegación. “La mayoría de los que se reciben van a trabajar en la pesca, pero los de máquinas, por ejemplo, pueden trabajar en cualquier tipo de buque. Eso es algo que perderíamos si se cierra la escuela”, planteó.
Impacto en estudiantes y sus familias
La posible disolución del establecimiento comenzó a generar preocupación entre los cerca de 300 estudiantes que actualmente cursan sus estudios allí, muchos de los cuales llegaron a Mar del Plata desde distintas partes del país. “Hay compañeros que vendieron todo para venir a estudiar acá. Dejar sus casas, sus trabajos, y ahora no saben qué va a pasar con su futuro”, alertó Vicente.
La situación es especialmente angustiante para aquellos que se trasladaron desde lugares lejanos. Un compañero de Ezequiel se mudó con su familia desde Misiones, vendiendo su casa y su auto para poder comenzar una nueva vida en la ciudad bonaerense. “Imaginate cómo están ellos ahora con esta incertidumbre. No saben si el año que viene podrán seguir estudiando”, añadió.
El anuncio de la Armada también mantiene en estado de alerta a los gremios vinculados directamente con la formación de los oficiales de la marina mercante, el Centro de Patrones y el SICONARA. Desde la Asociación Argentina de Capitanes, que conduce el multifacético Jorge Frías, lejos de condenar la decisión de la fuerza, se ofrecieron a que continúe en su centro de formación CESMAR.
Las implicancias de privatizar
Uno de los mayores temores de los estudiantes es que la escuela sea privatizada, lo que podría cambiar radicalmente su misión y el acceso a la educación. Actualmente, aunque los cursos no son completamente gratuitos, los aranceles son accesibles y el enfoque de la institución sigue siendo público y neutral. “Si se privatiza, ya no sería lo mismo. Perdería su neutralidad y quedaría bajo el control de un solo sindicato, lo que generaría un monopolio en la formación de capitanes y oficiales”, advirtió el estudiante.
La posible privatización podría otorgar un poder desmesurado a ciertos sectores de la pesca, afectando no solo a los estudiantes y docentes, sino a toda la industria. “Tendrían mucho más control sobre las empresas también, porque sería el único lugar donde se podrían formar los profesionales de la pesca”, agregó.
¿Qué sigue?
Mientras tanto, la incertidumbre sigue reinando en los pasillos de la Escuela Nacional de Pesca. Los docentes, 42 en total, junto con los casi 200 alumnos, esperan una respuesta clara sobre el futuro de la institución. Aunque se habló de planes alternativos, como la posibilidad de trasladar algunas carreras a Buenos Aires, hasta el momento no se ha presentado un plan oficial.
Con el cierre proyectado para diciembre, el tiempo corre en contra de los cientos de estudiantes que, como Ezequiel, han hecho enormes sacrificios para poder estudiar y construir su futuro.