La merluza tiene precio
En esta entrega de A TRES PUNTAS, te contamos todo sobre la versión que causó un verdadero tembladeral en la actividad. Y además, entrevista con Tomás Gerpe de Illex Fishing.
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El presunto pedido de coimas que genera un escándalo en el sector
Se acusa a emisarios del gobierno de exigir 15 millones de dólares a empresas para garantizarles derechos de pesca de merluza en el Mar Argentino por 15 años. La compañía gallega Iberconsa, controlada por un fondo estadounidense, habría informado a la embajada de EE.UU. tras una reunión secreta, donde incluso intervinieron personas armadas.
La administración nacional está en las puertas de un escándalo si finalmente se confirma la versión que la semana última causó conmoción en la industria pesquera. Todo se inició cuando una reconocida compañía de origen gallego, radicada en Patagonia y controlada por un fondo norteamericano, habría alertado a la Embajada de Estados Unidos respecto a un supuesto pedido de coimas por 15 millones de dólares. En el centro de la escenario figuran supuestos emisarios del Gobierno de Javier Milei para integrar a un grupo de firmas que se quedarían con los derechos de pesca de merluza en el Mar Argentino por los próximos quince años.
Las pesqueras hoy están en vilo por la extensión del Régimen General de Cuotas Individuales Transferibles de Captura (CITC), que vence el 31 de diciembre y por eso vienen manteniendo una serie de reuniones frenéticas con funcionarios nacionales para definir el futuro de la pesca de la merluza hubbsi.
Pero la última que tuvieron, en la zona de Plaza de Mayo, impactó a los empresarios -un sector en el que nadie se asusta porque alguien les pida plata para la campaña o la actividad política-. Dicha reunión se habría realizado en un sótano y en el encuentro intervino un hombre visiblemente armado. El pedido -cuentan- devino en apriete y hasta hay quienes aseguran que corrieron al primer negociador de la mesa y habría tomado la posta gente armada a la que nadie de la industria conocía hasta el momento.
En dicho encuentro, los emisarios del Gobierno habrían deslizado la posibilidad que todas las firmas presentes aporten una "cuota" de 15 millones de dólares para resultar beneficiadas por el régimen por los próximos 15 años. No se trataba de un canon ni de ninguna contribución oficial al Estado argentino por la extracción de ese recurso nacional.
El impacto que la propuesta causó entre los presentes motivó un encuentro posterior de urgencia de las pesqueras de Mar del Plata para definir los pasos a seguir. La reunión secreta habría llegado a oídos de la embajada norteamericana por medio de la compañía Iberconsa.
En este marco, vale mencionar que Iberconsa es la principal tenedora del CITC de la merluza, con más del 14% de la cuota, al borde del máximo del 15% de concentración que permite el régimen. En 2019, el fondo norteamericano Platinum Equity adquirió la mayoría de la empresa. Platinum Equity es conocido por la compra de firmas que enfrentan situaciones financieras complejas.
Como la empresa es controlada por tal grupo estadounidense, está expuesta a la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (Foreign Corrupt Practices Act) de Estados Unidos, que tiene aplicación internacional e impone multas multimillonarias para las empresas que operan en el exterior y cotizan en Wall Street. De acuerdo a lo que establece esa ley, los representantes de la empresa que acepten o paguen sobornos pueden ir a la cárcel.
Por eso cuando terminó la reunión con los supuestos emisarios, la compañía española controlada por Platinum Equity habría elevado un informe a la embajada de EE.UU. para cubrirse, según ventiló un empresario al tanto de lo ocurrido.
El control del cumplimiento de esos cupos de pesca arrastra una historia oscura por lo menos desde los noventa cuando el otorgamiento indiscriminado de licencias puso al caladero del mar austral al borde de la extinción. Manejo opaco que ya fue motivo de un escándalo en el gobierno de Milei. En marzo de este año, Julián Suárez, hasta entonces director de Control y Fiscalización Pesquera, denunció presiones de Pablo Ferrara, cercano a Diana Mondino, para revertir una orden contra una empresa china que pesca merluza negra por fuera de esos cupos permitidos. Ferrara terminó renunciando a los pocos días.
El encuentro en el microcentro porteño revelaría además una fuerte interna en Nación por controlar la negociación. Hasta ahora el tema estaba en manos del ministro de Desrregulación, Federico Sturzenegger. En el sector ya existía un fuerte malestar con Sturzenegger, que comenzó cuando el ministro dijo que el régimen de pesca "es un problema" porque "hay gente que pesca nuestros peces y no paga nada por ellos". En esa línea, habló de una regalía del 0,15% que "es un absurdo".
Las reuniones en Florida Garden seguían sucediendo y, según este medio pudo saber off the record por fuentes del sector, el pedido de coima terminó siendo de 100 dólares por tonelada de merluza hubbsi y 1000 dólares por tonelada de merluza de negra. Las que debieran pagar eran unas 12 empresas receptoras de unas 120.000 toneladas de merluza hubbsi, lo que daría la cifra de 12 millones de dólares que, sumados a los 3,3 millones de la merluza negra, proporcionarían esos 15 millones. Todo esto, se supone, en nombre de Santiago Caputo y La Libertad Avanza. Por supuesto de esto no hay nada escrito, no hay fotos y todos lo van a negar.
En este escenario, las empresas del sector pesquero pretenden que se mantenga el "statu quo", es decir esa regalía ridícula que mencionó Sturzenegger y el sistema opaco actual de reparto de cuotas.
Ahí es donde apareció otro sector del gobierno, cuyo interés es el opuesto al de Sturzenegger y estaría más en línea con la posición de las pesqueras. Entre las empresas mencionan como interlocutores a Santiago Caputo y Lule Menem, los hombres más cercanos a Javier y “El Jefe”.
La intervención de Caputo en contra de Sturzenegger cuando aparecen los grandes negocios, ya se vio en la administración del RIGI, el régimen de beneficios millonarios para las empresas que inviertan más de 200 millones de dólares. El principal asesor del presidente y su primo, el ministro de Economía Luis "Toto" Caputo, lograron desplazar del control del régimen a Sturzenegger como estaba previsto inicialmente. La pelea fue tan brutal que se modificó la normativa apenas cuatro días después de sancionada.
Los cupos de los que se está hablando, son cuotas de captura que por ley se redistribuyen cada quince años y corresponden a las empresas, no porque estas le den plata al político de turno, sino porque lo determina la Ley 24.922 que regula la actividad y, además, no son gratis. La pesca, más que los derechos de extracción, soporta una carga impositiva y fiscal que ronda el 45% del total facturado. Algo que sería escandaloso en la mayoría de los países con los que compite en el mercado internacional.
Es decir que el supuesto pedido de coima no sería para dar algo que no corresponde, sería en todo caso un apriete del ala de gobierno que respondería a Santiago Caputo con la amenaza de que, si no pagan, le van a dar vía libre a las pretensiones de Federico Sturzenegger para licitar internacionalmente las cuotas y hacer desaparecer a gran parte del sector pesquero.
*Con información de LPO*
JORNADAS DE ECONOMÍA AZUL
Tomás Gerpe: "Tenemos que buscar la forma de llegar al consumidor"
El ejecutivo pesquero y ex presidente del CFP estuvo presente en las Jornadas de Economía Azul y disertó sobre pesca industrial, el estado actual de la actividad y sus objetivos.
En el marco de las Jornadas de Economía Azul, que comenzaron este miércoles en Puerto Madryn, Tomás Gerpe, gerente de la firma Illex Fishing S.A., dedicada principalmente a la captura de calamar, ofreció una mirada detallada sobre la situación actual de la industria pesquera, con un enfoque especial en la pesquería del illex, una de las especies principales en la economía pesquera argentina. Durante su participación en el bloque comercial del evento, el empresario compartió sus impresiones sobre los desafíos y oportunidades que enfrenta el sector, destacando la necesidad de adaptación y diferenciación en un mercado global cada vez más competitivo.
En su intervención, Gerpe subrayó que los últimos dos años han sido positivos para la pesquería, con desembarques estables y buenos precios internacionales. “Hoy estamos en una situación positiva, dentro de las tres especies principales —langostino, merluza y calamar—, me parece que es la que hoy está más cómoda”, afirmó previamente en diálogo con A TRES PUNTAS. No obstante, reconoció que la temporada del año pasado fue más corta, aunque los volúmenes fueron similares, lo que permitió mantener la estabilidad en el mercado.
El ejecutivo, quien se desempeñó como presidente el Consejo Federal Pesquero (2015-2017), también mencionó el impacto de la pesca fuera de las 200 millas y en aguas de las Islas Malvinas, lo que influyó en los precios durante la temporada: “En un momento de la temporada hubo muy buenas capturas, principalmente en la zona de Malvinas, marcaron una baja de precio, pero después se estabilizó y hasta volvió a subir un poquito sobre el final de la temporada”. A pesar de estos altibajos, el gerente de Illex Fishing se mostró optimista sobre el futuro inmediato de la pesquería de calamar.
El desafío del langostino y la competencia internacional
A diferencia del calamar, el mercado del langostino enfrenta desafíos más complejos, principalmente debido a la competencia con el langostino vannamei de cultivo, producido masivamente en países como Ecuador e India. “Sufrimos una baja muy fuerte de precios internacionales. El vannamei tiene unas producciones y un nivel de comercialización y de llegada a los mercados muy fuerte, que a nosotros hoy nos han generado dificultades por lo menos de corto plazo”, explicó Gerpe.
Este tipo de competencia ha obligado a la industria argentina a replantearse su estrategia, buscando diferenciar el langostino local y capitalizar las particularidades biológicas y de manejo que lo hacen único. “Tenemos que comunicar más las características del producto, buscar diferenciar el producto. Vamos a terminar haciendo subproductos comerciales, que son subproductos que se hacen con el vannamei, pero tenemos que buscar la forma de llegar al consumidor”, sugirió.
Una industria en la encrucijada: costos, regulación y estrategia
Gerpe también se refirió a los altos costos operativos que afectan a la industria pesquera en Argentina, señalando la necesidad de una mayor colaboración entre el sector público y privado para enfrentar estos desafíos. “Creo que tiene que haber una mesa multisectorial en cuanto a público-privado, en el sentido del gobierno, tanto sea provincial, nacional, el municipal también, porque tiene un impacto directo”, dijo, destacando la importancia de revisar la cadena de valor completa, desde los costos de materia prima hasta el reproceso en tierra.
El gerente de Illex Fishing también expresó su preocupación por la falta de políticas pesqueras claras en el contexto de la crisis macroeconómica que atraviesa el país. “Es muy difícil hacer política pesquera cuando las correcciones realmente están concentradas en otro lado”, comentó, señalando la necesidad de que el sector empresarial haga su parte para enfrentar estos tiempos difíciles.